OPEP PONE EN JAQUE PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO EN EU

La estrategia de Arabia Saudita y sus socios de la OPEP de saturar el mercado deprime los precios y afectará en el 2016 la producción de Estados Unidos, que trastornó el sector con su petróleo de esquisto, indicó la AIE.

El crudo barato también incentiva la demanda, que este año será la mayor en cinco años, según las proyecciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que representa los intereses de los países industrializados consumidores.

El oro negro se mueve desde hace año y medio bajo el impulso de los sauditas, deseosos de preservar su parte de mercado frente a la irrupción de la tecnología del esquisto que está convirtiendo a Estados Unidos en un país cada vez menos dependiente de las importaciones de crudo.

La costosa tecnología de la extracción por fracturación de la roca resultaba rentable en el 2013, cuando el barril se cotizaba a más de US$100. Pero los precios se derrumbaron desde entonces, para alcanzar el mes pasado su mínimo nivel en seis años, ante la negativa de la OPEP a recortar su producción.

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En su informe mensual, la AIE prevé que los productores externos a la OPEP se verán obligados ahora a recortar su propia producción.

“La producción estadounidense se verá sin duda afectada por la caída de los precios, que ya hizo perder la mitad de su valor” al barril, apunta el organismo, con sede en París. “Después de expandirse hasta alcanzar 1.7 millones de barriles diarios en el 2014, (la producción estadounidense), la última caída de precios podría frenar ese crecimiento”, agrega.

La AIE calcula que la producción de países no miembros de la OPEP tendrá en el 2016 su mayor caída en 24 años, y que 80% de esa reducción provendrá de los productores de esquisto estadounidense.

Los efectos esperados

“La estrategia de la OPEP, liderada por Arabia Saudita, de defender su parte del mercado sin que importen los precios parece haber provocado el efecto esperado, al perjudicar la producción costosa e ‘ineficiente’”, destaca el informe.

La AIEA, que previamente había apostado por un repunte del esquisto en Estados Unidos a partir del 2016, cree ahora que los precios se situarán el año próximo por debajo de los costos de rentabilidad para “todos los principales actores” de la fracturación.

El sector del esquisto logró resistir hasta hace poco a la caída de precios, aunque para ello tuvo que despedir a decenas de miles de trabajadores.

La situación afecta también a otros productores como Rusia y los países del mar del Norte, apunta la AIE. Y también golpea de lleno las finanzas de países de la OPEP, agrega. Venezuela, que es parte del cartel petrolero, propugna, hasta ahora sin mayores resultados, una reducción de la oferta.